Por medio de la enfermedad nos hablamos a nosotros mismos, tomamos nuestro cuerpo como testigo del sufrimiento que padecemos; el dolor o la lesión son el reflejo exacto de las emociones que experimentamos.
Nuestro cuerpo se convierte en un espejo mediante el cual gestionamos nuestras
emociones de forma que, al mismo tiempo que protegen nuestra conciencia, la
ayuda a liberarse. En realidad, la enfermedad intenta sanarnos de la emoción que
la ha engendrado.
Nuestro cuerpo se convierte en un espejo mediante el cual gestionamos nuestras
emociones de forma que, al mismo tiempo que protegen nuestra conciencia, la
ayuda a liberarse. En realidad, la enfermedad intenta sanarnos de la emoción que
la ha engendrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario